miércoles, 3 de diciembre de 2008

Opinión: La alegría puede convertirse en pesadilla

Hasta ahora recuerdo la fiesta que se vivió en el “Elías Aguirre” de Chiclayo, hace casi un ano, cuando su hijo predilecto Juan Aurich volvió al futbol rentado, tras obtener la Copa Perú.
Ahora, tras casi un ano, da bronca observar como el equipo rojo, tras un inicio alentador es tentado por las garras de la baja, para descender nuevamente.


Da bronca, porque en medio de la felicidad, que significo obtener la Copa Perú y ascender a la Primera, se entendía que los dirigentes no cometerían los errores de sus pares del pasado, (si acaso no fueron los mismos).

Pues recordemos que en 1996 y 2002, Juan Aurich perdió la categoría. Es cierto que es totalmente diferente jugar en la Profesional que en el futbol amateur, pero no se puede tropezar con la misma piedra, más de una vez.
Y eso al parecer ocurrió, con los dirigentes que no aprendieron la lección y continuaron con los mismos errores al mando del ex presidente, Juan Merino Salazar. Quien en medio del caos, dejo el cargo del club chiclayano.


Hoy un nuevo presidente intenta reflotar al “Ciclón del Norte” pero la reacción parece tardía. De todos modos, a lo hecho pecho, y de nada vale llorar. En caso, la desgracia se consuma en el equipo más emblemático de Lambayeque, solo le quedara mirar adelante y pensar sin muchos dramas en colocar al equipo rojo de nuevo en Primera.

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