miércoles, 18 de junio de 2008

¡Qué tal batacazo!

El “papi” no quería la definición por sorteo y fue entonces que tomó el balón, se perfiló para su derecha, sacó el remate y a cobrar. Sí señores, a cobrar, el balón yacía en el fondo del arco de Macedo y eso significaba que la roja de Quillo estaba en la otra ronda de la provincial.
El 3-2 que Unión Juventud encajó en contra en el partido de ida y en su propia cancha, no fue obstáculo para llegar al verde del “Valeriano” y demostrar al Alianza Cachipampa que podían dar la sorpresa. Y así fue, pues el marcador les favoreció por un 4 a 2.

Fue más inteligente
Haber ganado el primer partido y tener una plantilla de mayor fuste, catalogaba a Alianza Cachipampa para ganar la llave pero le faltó esa entrega y amor por la camiseta que sí tuvo y de sobra el equipo quillupino.
Porque cuando el rival asedió, la defensa liderada por Juan Grados se mantuvo firme para romper sus intentos ofensivos y cuando tuvo el balón, supo ser más peligroso que su antagonista.

El gol de la injusticia
Unión Juventud mandaba en el campo, incluso había desperdiciado dos ocasiones claras para adelantar. Sin embargo, tras un codazo descarado del aliancista Pinedo sobre “Jimmito” Villanueva, los rojos exigieron la paralización del juego para atender al ariete golpeado. No obstante, a pesar de estar cerca de la jugada, el árbitro asistente Luis García, dejó seguir el juego y fue así que el cachipampino, Rolando Morales, aprovechó el desconcierto rival para marcar el 1-0.

Se repuso
Unión Juventud se repuso y sobre los 34, Carlos Ramírez entró al área de Macedo y lo fusiló para establecer la paridad. Segundos después, Lorenzo “papi” León colgó al golero cachipampino y marcó la desigualdad a favor de su equipo que volvió a sorprender a los 42, con el 3-1 través de Efraín Huerta.

No habría sorteo
Alianza Cachipampa fue otro en el complemento, salió a dominar y encontrar el resultado de su conveniencia. Aunque a los 10 sufrió la expulsión de Churano, dos minutos después encontró el descuento 3-2 gracias a Edwin Córdova.
El equipo “local” (no pudo jugar en Yaután por los trabajos de refacción en su estadio) porfió pero con poca profundidad empatar la contienda. Y los de Quillo, mediante contragolpes, dejaban la sensación de estar cerca para anotar el cuarto; y así ocurrió sobre los 44, con el golazo que marcó el “papi” Lorenzo León.

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